Resulta que no me cambié de bando o postura política, se trata en realidad del color que se refleja en el rostro cruceño por estos días, un color de humo y hollin.
No es extraño que en los meses de agosto y septiembre, alguna que otra humareda atente contra la aeronavegación en El Trompillo, no es que no las condene, pero se hace carne en la idiosincracia cruceña, padecer una vez al año de este molesto fenómeno en pro de la "productividad agrícola pujante de la región"... sin embargo este año hemos rayado en el ridículo, como sociedad afectada, una larga lista de tristes testigos-cómplices del desastre y como autoridades, mitad incompetentes, mitad sepultureros del medio ambiente...
Pareciera que nos falta inteligencia, pero esa es una rspuesta fácil, por lo visto nos falta educación, y ahí si que tenemos una respuesta dificil, dando pie a las preguntas:
¿Qué le hace falta a la totalidad de la cultura y población cruceña para ponerse un instante a pensar que nos estamos matando de a poco a punta de fuego y humo? ¿Es acaso un secreto que la tierra quemada no es la más productiva y que la constante quema sólo puede significar que se estan abandonando tierra que dijeron basta y serán lomas de arena danzantes en un futuro no muy lejano? ¿El desierto cruceño es el anhelo constante de esta tierra? ¿Un sinónimo de progreso e industrialización?
Comento, no por ser una manera rápida de lograrlo es la mejor manera, los tristes ejemplos (igual de mediocres que nuestras quemas) son miles y en todas partes, China, Japón, India, los Estados Unidos y Europa arrasaron con su medio ambiente y son prósperas, pero ¿no es obvio que sus futuros ya estan condenados?
Es esta la etiqueta querida gente, es la marca de la pujansa cruceña, el humo es el de la locomotora del país que se viene inevitablemente a toda mecha para estrellarse en un triste, árido, mediocre e infertil futuro, salvo claro cambiemos algún día, eso espero.
.cuidarse.
Rebelde pregunta
Hace 3 años
1 comentario:
Indudablemente que toda esta situación demuestra falta de educación en todos los niveles, cada quien piensa y actúa sólo y llanamente en su propio beneficio.....el bien común, y por ende, la conservación del medio ambiente, no está entre las prioridades de la mayor parte de la gente.
Hace falta desarrollar en nuestra población la conciencia colectiva en pro del bien común.
Esperemos que las cosas cambien, está en nuestras propias manos el generar cambios, empezando por la educación que damos a nuestros hijos en el hogar.
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