Nos pondremos a reflexionar acerca de la necesidad de una identidad que unifique aglomere al colectivo y sus miembros, de esto es que podríamos hacer analogía del equipo y nuestro ideal con respecto a un hormiguero, esta simpática comparación engloba una visión muy amplia de la utopia a la que aspira una sociedad equilibrada, justa y equitativa, en la que la máxima es el bien común.
Veamos, la estructura del hormiguero tiende a no ser jerárquica, sino funcional, dado que cada hormiga representa un rol fundamental e interdependiente dentro de la estructura laboral de su “sociedad”, logrando dar relevancia a cada pequeña acción y a la presencia de todos y todas sin excepción, siendo así la reina es esclava de la procreación pero es atendida para cumplir con su labor, protegida y alimentada en post de la proliferación de la colonia, los soldados no ejercen poder, sino sirven al resto para garantizar la seguridad colectiva y de su hogar, mientras ingentes cantidades de obreras en muchos y muy bien definidos roles y funciones, viabilizan la vida en la ciudadela subterránea, cumpliendo trabajosamente sus labores.
Esta imagen es simple y generalizada pero sirve para plantear preguntas críticas acerca de nuestro aporte a la sociedad que nos ampara (o desampara), preguntas que apunten a reestructurar nuestra visión de realidad y nos permitan asumir una actitud propositiva, conformando instituciones que sean agentes de cambio, y no meramente una colonia subterránea naturalmente predefinida. Esta reflexión se deja fermentar por un tiempo, permitiéndonos develar nuestros vicios o mediocridades, desperezando el ímpetu de autosuperación, reabriendo y relanzando las esperanzas en los horizontes interminables de la utopia…
De momento les dejo este pedacito del documento, para esperar aportes o sugerencias, camino a elaborar nuestra línea de trabajo e identidad como colectivo de ambiciosas mentes en por de un futuro más acertivo y prometedor…
Hormiga rojA
Rebelde pregunta
Hace 3 años