La noticia de titulares es la actividad (o mejor dicho la falta de esta) del sector del tranporte público, los micreros (como despectivamente les llamamos) se mantienen en paro indefinido exigiendo se incrememente el precio del pasaje para costear sus costos de servicio y poder salir a trabajar, ya que segun dicen, ahora trabajan sin ganancia o a pérdida.
Es curioso quese suciten estos problemas y que nada se haga para acelerar su arreglo inmediato, podríamos asumir que los defectos crónicos del servicio de micros no permite que la población de a pie entable algo de empatía con su protesta.
es posible desde esta perspectiva que los constantes abusos y torpezas que cometen los choferes (una pieza en la cadena de mando del mal llamado servicio, los dueños y sindicaleros abusan de ellos y ellos de nosotros), haya socavado la relación de interdependencia que se supone se debe gestar entre ambos colectivos, los cobros sin cambio, tal es el caso del pasaje universitario de 80ctvs. que duró lo que se dice un carajazo y cambió en muy poco tiempo a 1 boliviano, lo mismo que el casi olvidado pasaje de estudiantes de secundaria que en su momento se fijó en 70ctvs. Los atropeyos a la dignidad del pasajero, llenando el "camión" de ganado y no de personas, con tal de exprimir al máximo los jornales después de pagar la vuelta al dueño del micro cada vez mejor instalado a costo de una cultura de usuario-chofer cada vez más deteriorada.
El pasajero no apoya en sus movilizaciones a los choferes porque se ponen en juego variables importantes y que por lo visto los dueños y sindicaleros no consideraron en su momento, por un lado la microeconomía del hogar no se ha preparado para asumir el alza del transporte, por otro, no es secreto que las movilizaciones en sí son una jugada de los mandos del sector y no una legítima reclamación de los choferes quienes solo pueden acatar las órdenes, y por último, porque el mal llamado servicio del que nos privan, no dejará de ser igual de mediocre y peligroso para los usuarios, lo que no motiva a salir en defensa de ello.
Es cierto también que los pasajeros pecamos de mal educados, permitiendo que ellos falten a las normas de tránsito, que se comentan injusticias en contra de los estudiantes, pagando fraudulentamente como estudiantes para ahorrar algunos centavos, subíendonos a micros atestados de gente, exponiéndonos a robos y accidentes, contribuyendo con insultos y agresiones al ya malhumorado "micrero", siendo tristes cómplices de este circo de transportistas, haciendonos a los micros desde cualquier lugar, dejando de lado las paradas establecidas y quejándonos si el micro no pasa por tal o cual lugar.
¿Seremos tan flojos y poco realistas?
Si el transporte público no se reestablece es por una simple razón, no es público o sindical, es privado, y dada esa característica, mientras el municipio no ponga reglas claras al respecto (o saque un servicio municipal, que nos vendría de maravilla), seguiremos siendo víctimas y victimarios de la mediocridad, de la idiosincracia del facilismo y comportándonos como pequeños incapaces de DARSE CUENTA que se están revolcando en un berrinche sin buscar soluciones claras y realista s a los problemas de fondo (podriamo aquí además revisar temas de fondo como la educación vial, corrupción en el ente regulador de la policia, poca difusión de una cultura de ciudad y cosas por el estilo, pero espero baste para la reflexión)
cuidarse